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La costumbre de tirar papelitos en nuestras canchas de fútbol a la salida de los equipos al campo de juego, data de 1961.
Según lo relata el periodista Eduardo Menescaldi en su libro 'Páginas sueltas': "Esta historia tiene sus antecedentes y para ello me remito al relato de Hipólito Irigoyen, socio vitalicio 'cervecero', quien me dijo que en 1961, cuando Quilmes enfrentó en Junín a Sarmiento, unos hinchas del club arrojaron al campo unas etiquetas de la Cervecería apenas asomaron sus jugadores. Ante la pregunta de dónde las habían tomado, ese grupo de jóvenes respondió que se las dieron en la empresa".
Luego de esa tarde, Irigoyen se interesó en el tema, manteniendo en la semana una reunión con algunos directivos de la cervecería, quienes le respondieron que, porque cambiaban de rubro, les quedaban 90 millones de etiquetas para regalar. Y las aceptó.
"Cuando el 19 de Agosto -prosigue relatando- fuimos a Banfield, con el que siempre hubo una enorme rivalidad, ellos nos decían que no nos iban a dejar tirar las etiquetas o, en todo caso, que se encargarían de quitárnosla. Es cierto que se apoderaron de algunas, pero nosotros fuimos precavidos. Todo el mundo se encargó de llevarlas en cualquier medio disponible e incluso sobre la tribuna visitante, con un alambre y un gancho, fuimos distribuyendo las etiquetas entre los hinchas. Cuando los de Banfield se avivaron, ya era tarde. Quilmes salió a la cancha y fue una nube de etiquetas que durante varios minutos cubrió el cielo de la cancha. Habíamos distribuido cerca de 2.100.000 etiquetas. Ese día, Quilmes ganó por 1 a 0 con gol de Ángel Del Moro".
Así nacieron los famosos papelitos en los estadios aunque, en el caso de Quilmes, a pura etiqueta.

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