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Entrevista a Juan Ramón Carrasco


El técnico que inauguró el Estadio Ciudad de La Plata, aquella noche de Argentina 2 Uruguay 2, dejó en claro cuál es su paladar y su idea como DT luego de una extensa carrera.

“Vos en Uruguay perdés haciendo defensa o siendo avaro para atacar y te justifican. Pero vos podés perder pero atacando y te viene la crítica: que sos lírico, querés jugar bonito. Esa es la mentalidad que hay en Uruguay. Justifican al que no propone, y al que intenta, al que llega, a ése, si no concreta, va muerto. Te hablan con el diario del lunes. Si no se te dan los resultados, ahí están con el "no tenés equilibrio, que no estás balanceado, que te gusta jugar lindo pero eso no es jugar bien. Mil críticas”.

Mate en mano, fiel a la costumbre de su país de no convidar, el ex futbolista que no perdió la estampa, atendió a ATFA con el tema esencial: la pelota.

-Siempre es así, en cualquier punto del mapa evidentemente, ¿Cuándo eras aquel Nº 10, el palo venía igual?

-Claro. Si yo de repente la metía en un tornillo y el equipo ganaba, entonces era un fenómeno, Carrasco estaba iluminado. Pero si el equipo perdía, “Carrasco no estuvo”.

-¿Qué puede contar de su manual, cuál es su revolución, qué trae de nuevo?


-No sé si de nuevo, al fútbol lo interpreto con dos arcos y una pelota, fácil. Tengo la obsesión de ganar, pero no en la teoría, sino llevándolo a la práctica. Para eso tenés que hacer goles, atacar y no entrar a la cancha improvisando, que al entrar al campo no se crea ‘este partido lo gano yo’. Hay un trabajo previo donde es determinante tener en la memoria cómo llegar. Y si eso lo haces a una velocidad atípica es donde mejor sorprendés. Nosotros somos de presionar, de quites técnicos, sobre el quite meter el pase, y de ese pase llegar lo antes posible a definir. Es por ahí donde está la obsesión mía de la disciplina táctica, eso me interesa, más allá de su cuidado personal que es el famoso cuidado invisible. Soy estricto en lo que se hace en la semana, en la pretemporada y que se lleve a fin en el partido.


“No hay que payar”

-Estás convencido...


-Estoy convencido y que el jugador tenga también esa credibilidad. Para eso no hay que payar... El jugador va de menos a más, y es algo totalmente atípico a lo que estábamos acostumbrados. En La Plata te lo puede decir Don Miguel Ignomiriello, una eminencia, que en Uruguay fue un Dios, te lo puede decir con total propiedad. Uno pregunta, consulta a los maestros.

-Tan joven y ya dirigiste la Selección

-Creo que aproveché mi paso por la Selección en mi corta carrera. Pensar que muchos están toda una carrera y no se les da esa posibilidad y a mi se me dio gracias a Fénix, un equipo chico que peleaba descensos siempre, y que a fuerza de goles llegó a una Copa internacional histórica para ese club. En la Selección de mi país tuve la posibilidad de hablar con jugadores que están en las mejores ligas del mundo y ahí les preguntaba qué les parecía lo que yo estaba haciendo, si estaban acostumbrados a eso, si lo habían hecho… Y te encontrás con la sorpresa de que nadie trabaja así. Ellos tienen el aval de que tuvieron muchos técnicos, que mayormente apuntan a defender, a destruir, y dejar liberado al que sabe con la pelota a que él sea quien decida cómo llegar al gol. Esa libertad no la corto, pero el jugador debe tener un libreto muy amplio donde tenga para decidir y llegar al gol.

-Vivís vestido de fútbol, con botines como si fueran zapatos


-Siempre estoy con ropa deportiva, a no ser en los partidos, que soy muy variable. Por ahí estoy de sport, por ahí de traje, por ahí formal, pero en el día a día siempre estoy en ropa deportiva.


-Todos tuvimos una infancia en que alguien nos abrió la puerta para ir a jugar fútbol y nos enseñó el fútbol. ¿Quién fue en tu caso?


-No hablo en lo personal sino en representación de muchos compañeros uruguayos, quien nos enseñó a amar esto y a que sea una carrera seria fue Don Miguel Ignomiriello. En eso no hay dos opiniones.

Trabajo semanal

-Juan Ramón ¿cómo armás la semana?


-No soy esquemático, ni sistematizado con seguir una línea. Me gusta que el jugador entrene con alegría, que no entre en una rutina y aburguesarlo. Trato de hacer mucho trabajo con pelota que es lo que les gusta.


-Sin dejar de lado la motivación, el ánimo


-Por ahí los incentivo con regalos. Si los delanteros hacen tantos goles, y los defensores no reciben, hay un asado que tienen que pagar los de la línea perdedora. El juego tiene que ser democrático y apuntando a sumar para todos.


-El curso de entrenador lo hiciste en...


-En Montevideo, los dos años que se requiere. Es un tema delicado allá porque hay muchos futbolistas que no terminaron el tercer año secundario y a ellos no se les da posibilidad de hacerlo. Algunos no pudieron por negligencia propia, pero otros porque tuvieron que trabajar.

-¿Es condición indispensable estar en esas aulas?


-No lo comparto, pero tuve que hacerlo. Por supuesto que la mejor escuela es la vivida, la práctica. No puede ser que futbolistas campeones, internacionales a nivel club o seleccionados se vean perjudicados por esa reglamentación, no puede ser que no puedan dirigir por no tener el título de entrenador.


-¿Quién pasó por esa?


-Rubén Paz, que para ustedes es ídolo.


-Tu actual institución, River de Montevideo, debe tener un campo para entrenar muy precario, al menos así lo imaginamos...


-Sabés que no. River ha invertido lo poco que le ha entrado por transferencias y tiene su complejo para concentrar, con varias canchas, aunque no tengan el estado ideal. Después tiene su estadio (Parque Saroldi) donde juega de local. Se puede jactar de tener esa independencia.


-¿De qué no te podés quejar de este River uruguayo?

-Que la hinchada y los dirigentes coincidan con el paladar futbolístico. Es una de las entidades que siempre pregonó ese fútbol bien atildado, de buen pase, de apuntar a ganar, de trabajar en inferiores.


-¿Qué es lo que más destacas cuando te llega la oferta: la historia, el dinero, el plantel, el semillero?


-Apunto a la parte sentimental, si uno jugó ahí por ejemplo. Tengo en mi carrera muchos equipos y eso es un plus porque conocés su ideología y la gente que lo maneja. Por supuesto tenés que ver la aceptación de la propuesta de uno y los objetivos de ellos.


-¿Sos de esos técnicos, de los que se levantan a hacer señas cuando van ganando y si pierden se esconden...?

-Lo único que siempre tuve, no sé si como virtud o defecto, es que me molestaba si me sacaban o si jugaba poco.

-Pero durante el partido, ahora DT, no te inmutás ante una cámara…


-Cuando estás en el partido te olvidás de todo.


-¿El mejor elogio que te hizo un periodista?

-Por momentos me comparaban con Maradona, que se yo. Hubo muchos buenos, sobre todo Víctor Hugo Morales, que era hincha a muerte mío y después nos hicimos amigos.

-Tuviste un sponsor que te siguió siempre

-Sí, la marca era brasileña, Atleta.

-¿El mejor gol?

Se lo hice a River, el equipo que dirijo hoy. Se lo hice con Nacional, a Goyén. Parecía un gol de campito, que enganchás y pasa uno, enganchás y pasa otro, y amagás a patear y el golero se tira y se vuelve a levantar, se lo hice cuatro veces, parecía que no quería hacer el gol y por ahí, en una que estaba en el piso, se la tiré por arriba del cuerpo.

-¿Qué es lo más importante que debe tener presente un jugador?


-Disfrutar. Que no lo tome como un trabajo, aunque hacerlo serio.


-¿Vas a ver juveniles, te quedás revisando?

-No, no tengo acceso, pero al equipo del preliminar lo veo y le pido que juegue igual al de Primera.


-En La Plata tenés alguna anécdota con Pinchas y Triperos


-No muchas. El otro día cuando jugamos contra Gimnasia la gente me decía cómo le pegabas. Alguno me gritó el “¡Uruguayo, Uruguayo...!”


-¿Dirigirías a alguno de los dos platenses?


-Bueno, aquí fuimos invitados por Gimnasia, que se ha portado de mil maravillas. Por supuesto ya hay un plus de agradecimiento.


-Recordanos uruguayos que pasaron por el Lobo platense…


-Sanguinetti, Alonso, El "Turbo" Vargas y el que actualmente está, Leal.


-¿Llamás por teléfono a los jugadores, a esos que tal vez hoy no estás dirigiendo?


-Los jugadores siempre te llaman. De repente los que están sin equipo. Cuando apuntás a un refuerzo tiene que ser muy puntual: con características técnicas muy buenas y tienen que ser rapiditos. Si tenés eso, tenés un crédito conmigo.


-Respecto a la comida de un plantel, te metés en el detalle o lo delegás


-No, eso lo delego.


La doble función de DT y Futbolista

-¿Cuál fue el primer equipo que dirigiste?


-Rocha, donde jugué y dirigí al mismo tiempo. Ahí me retiré y después agarré Fénix.

-¿Cómo te sentías en esa doble función?


-Fue algo muy atípico, más acá en Sudamérica. Me sentí bien, en una experiencia que no fue mejor porque Rocha era un equipo amateur que en menos de un mes se hizo profesional, con la famosa integración que se hizo con los del interior. Ser técnico y futbolista fue una linda posibilidad, pero se pagó un precio muy caro de pasar de amateur a profesional a nivel club, en lo futbolístico y en la vida. Me hubiera gustado volver a hacer esa experiencia pero con otro tipo de rodaje en los jugadores


-Ahora que sacaste el mate, ¿alguno de los técnicos te lo prohibió alguna vez?

-No, nunca.
-

Ping pong sobre técnicos ¿empezamos?


-Dale


-Gregorio Pérez
Muy buena gente, por ahí con un estilo totalmente opuesto a lo que es mi forma de trabajar. Muy respetable y una persona querida en el fútbol


-Oscar Washington Tabárez
-En lo que es mi idea futbolística está más cercano. Respetado no solo en Uruguay sino en el Mundial. Le deseo toda la suerte en el nuevo proceso


-Luis Garisto
Tengo una experiencia muy mala, porque él me dirigió. Por lo general no soy de hablar mal, pero tampoco voy a hablar bien porque no me corresponde.


-Víctor Pua
-Fue muy buen jugador y como técnico ha marcado una diferencia con respecto a los juveniles.


-¿Hasta que edad pensás dirigir?

Las cosas hay que hacerlas a gusto y si te sentís feliz. No sé. Hasta que deje de disfrutar.


La familia


-Armaste una familia...


-Tengo dos matrimonios, uno me dio tres hijos, entre ellos Juan Carlos que es mi ayudante. Tengo a Naiqué y a Macarena, una viviendo en España y la otra en Montevideo. Después, con otro matrimonio de mi actual pareja Claudia, con tres hijas mujeres, mellizas de 2 años y una de 13 que es muy buena estudiante y tenista. Y tengo un hijo argentino que vive en Carlos Paz, cuando estuve en Racing conocí a una chica argentina y ella también me dio un hijo. Así que en total son 7.


-¿Cómo se hace para tener la otra vida y ser un profesional famoso?


-Da para todo. Es mentira que no podes disfrutar, que no podes comer. Por ahí veo que los jugadores dejan y se ponen panzones, como si la carrera fuera una esclavitud. Yo digo que todas las cosas tienen su lugar y se puede, hasta salirse de la dieta. Yo disfruto cuando mis jugadores exponen todo lo que les enseñé


-Sección cábalas ¿sirven?


-No, no. La mejor cábala es el trabajo. Es la elección del jugador, y la recepción


-¿Te has agarrado a trompadas por Nacional?

-Están esos momentos, siempre existen, pero siempre entré predispuesto a jugar y a divertirme. Entonces no puede pasar por la cabeza la pelea.


-¿Sos un tipo tranquilo?

-Me considero tranquilo, calmo, frontal, que si no me buscás es difícil que pelee.


El botija de Sarandí del Yi


“Nací en Sarandí del Yi, en el centro del departamento de Durazno. El primer equipo que me probó del fútbol profesional fue Nacional. Ahí hice casi toda mi carrera y aparte soy hincha del Bolso”.

Carrasco se pone cómodo en el sillón del hall de ingreso del Corregidor Hotel. Tiene puesto un camperón de la AUF, abierto el cierre.

-De juvenil, sufriste alguna vez no ser tenido en cuenta en un equipo...


-No. Ya de chiquito en Sarandí del Yi me recomendaron para ir a jugar a Durazno, al Club Ñandutí que queda como a 100 kilómetros. Me quedé en ese equipo y ya era un logro por haberme ido del pueblito donde uno y llegar a la capital del Departamento.


-¿Favorece en los pueblos eso que el único juguete sea la pelota?

-Tenés muchas diversiones, pero claro, lo que sí te puede formar para el futuro con una remuneración es el fútbol, el modo más fácil y en menos tiempo. Lo tomas como una carrera, más allá de que es pasión para el que lo practica.


-Considero que esa remuneración está bastante exagerada hoy día, ¿te preocupa?


-No es un tema que me rompa la cabeza. Sé que mueve muchos intereses y como todo lo que es marketing, por su convocatoria, mueve al mundo.


Amigo de Víctor Hugo

Hace unos años, cuando el relator uruguayo Víctor Hugo Morales fue declarado Ciudadano Ilustre de Buenos Aires, se le preguntó si existe el amiguismo en el periodismo deportivo. "Ta Ta Ta" dijo: "Ese es un defecto gigante: la notable necesidad de tomar contacto con el protagonista. Gravísimo error. Les gusta sentirse amigos y así pierden totalmente la objetividad". Pero reconoció que "fui bastante amigo de Juan Ramón Carrasco, un futbolista uruguayo que dirigió a la Selección, medio rebeldón, medio parecido a mí, pero muy querible. Entré una noche a un boliche muy concurrido de Montevideo y él estaba ahí. ¡Y se escondió! Entonces le mandé a decir que si jugaba mal el domingo lo iba a decir, pero que jamás iba a contar que había estado la noche anterior en un boliche. Le dije que escondiéndose me había insultado. Desapareció. Luego vino a la mesa, charlamos y terminamos jugando muchas veces al billar".

(entrevista publicada en el sitio web de la Asociación de Técnicos del Fútbol Argentino)

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