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Diego el futbolista (Rodrigo José Andrade Calderón - Bolivia)


* cuento infantil

Era un pueblo pequeño lejos de la ciudad con pocos habitantes y mucha pobreza.
En la familia del campesino más pobre el menor de los hijos soñaba con llegar ser algún día, "jugador de fútbol" de un equipo famoso.
Diego, jugaba en su pequeño patio con una pelota de trapo, no era muy buena pero para él era la mejor pues la había hecho con sus propias manos.
Pronto aprendió a jugar muy bien de tanto entrenar a escondidas de sus padres pues para ellos era una pérdida de tiempo patear una pelota en lugar de trabajar para poder ganar dinero.
Un día lo descubrieron y ese fue el más triste de su vida pues lo pegaron y lo que es peor botaron su pelota muy lejos, Diego lloró muchísimo.
Para cumplir su sueño sólo le quedaba una salida por lo que decidió escaparse.
Tuvo mucho miedo, se sentía solo y con mucha hambre pero nada borraba de su mente y su corazón el sueño de llegar a ser "el mejor futbolista", se fue para el estadio más importante de la ciudad y allí consiguió el trabajo de pasapelotas, consiguiendo así no sólo dinero sino muchos amigos futbolistas que lo ayudaron a ingresar a una importante academia de fútbol teniendo apenas 14 años.
Diego ya estaba a punto de hacer realidad su sueño, después de transcurridos los años, con mucho esfuerzo y disciplina logró ser muy buen jugador, ingresó a la Primera División del Club Bolívar y allí tuvo tanto éxito que lo contrataron en River Plate de la Argentina donde jugó por tres años.
Luego viajó a Europa para jugar en el Arsenal de Inglaterra, pero se lesionó y estuvo lejos del fútbol por un tiempo. Se recuperó y siguió jugando. A pesar de que su sueño se hizo realidad no podía dejar de pensar en su familia.
Diego tenía 28 años cuando volvió a su pueblo, al principio nadie lo reconoció, pero fue inmensa la alegría de su familia al volverlo a ver y de saber lo que había sido de él.
Diego les había demostrado que también se podía ganar dinero jugando fútbol. No sólo había cumplido con su sueño sino con su familia pues los ayudó a salir de la pobreza.

ESTA HISTORIA NOS DEMUESTRA QUE SI LUCHAMOS POR NUESTROS SUEÑOS ESTOS PUEDEN SER REALIDAD SI TRABAJAMOS CON ESFUERZO, DISCIPLINA Y DEDICACIÓN Y QUE CON EL FÚTBOL TAMBIÉN SE PUEDE GANAR.

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