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La apuesta (Edgardo Olivera - Argentina)


* Cuento infantil

El grupito de chicos estaba descansando a un costado de la cancha. Recién habían terminado de jugar un partido extenuante.
Caminando con cansancio, un hombre de setenta y pico de años se acercó a ellos:
-Hola, chicos, ¿puedo sentarme con ustedes? Me gustaría contarles algo que le sucedió a un chico llamado Sergio. Él tenía la edad de ustedes.
Los chicos, que tenían entre trece y quince años, le dijeron que sí. El anciano empezó a contar: “Sergio solía jugar en esta cancha hasta muy tarde. Él amaba el fútbol y, a veces, hasta jugaba solo. Una vez, se quedó jugando un partido “a penales” con su amigo Juan. No había nadie cerca, solo estaban ellos y empezaba a oscurecer. Entonces, un hombre que tenia la misma edad que tengo yo, se acercó a ellos y les propuso, a cualquiera de los dos, jugar una competencia a cinco penales. Si él perdía pagaría cien pesos al ganador. Ninguno de los chicos quiso aceptar. Era un viejito que ni podía patear una pelota. Pensaron que estaba loco. Pero el anciano insistió mostrándoles el billete. Sergio se tentó y dijo que si.
-¿Vos tenés plata?-le preguntó el viejo
Sergio dijo que no.
- Está bien. Si vos perdés, me vas a regalar años de juventud por cada gol que te haga.
Sergio sólo pensaba en los 100 pesos. Estaba ansioso. Por eso aceptó sin pensarlo”
-¿Y qué pasó? -preguntó uno de los chicos.
-El anciano pateaba mucho mejor de lo que se habían imaginado. Y atajaba. Sergio erró varios penales. Antes de patear sentía que se le nublaba la vista. Finalmente, el anciano ganó y se llevó los años de juventud.”
-¿Cuándo ocurrió eso? -quiso saber otro de los chicos.
-Hace una semana -contestó el anciano.
-Así que usted es el anciano que le ganó cincuenta años a Sergio -dijo el chico, con tono burlón.
Los ojos se les llenaron de lágrimas. Llorando, respondió:
-No, yo soy Sergio. ¿Alguno quiere jugar...?

(tomado del libro "Cuentos de fútbol para chicas y chicos", Editorial Estrada, Colección Azulejos, Pág. 35-37 -2002-)

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