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Los veteranos hinchas de Boca Juniors y los más jóvenes a los que les gusta reconocer la historia futbolística del club, destacan a Natalio Agustín Pescia, como uno de los ídolos de siempre con la camiseta azul y oro.
Nacido en la Isla Maciel el 1º de Enero de 1929, muy pronto un delegado de Boca le vio condiciones y lo tentó a jugar en las divisiones inferiores. Aceptó, llegando todos los días para entrenar en la cancha, trasportado por un bote que le permitía cruzar el Riachuelo.
Jugó en la primera de Boca desde 1942 (ante Chacarita, que ganó 2 a 1) hasta su retiro, en 1958. Fue campeón en 3 campeonatos: 1943, 1944 y 1954.
Pescia, volante de marca, era un símbolo de la garra y la entrega a favor de la camiseta de Boca. Mucho sacrificio y pierna fuerte, pero jamás con mala intención. La prueba es que, de los 346 partidos que jugó en el club, solo sufrió una expulsión; fue el 7 de Mayo de 1944, cuando Boca perdió ante San Lorenzo por 2 a 1.
Fue el continuador de Pedro Arico Suárez en una línea media que integró con ‘Lucho’ Sosa y Lazzatti, pero en su última época la conformó con Lombardo y Mouriño. Se retiró, dejándole la posta a Antonio Ubaldo Rattín. Por su temperamento, se lo apodó "el leoncito".
Jugó para la selección argentina en aquel inolvidable partido del 9 de Mayo de 1951 ante Inglaterra, en Wembley, cuando nuestro representativo ganaba por 1 a 0, pero que en los minutos finales todo se transformó en un 2 a 1 a favor de los locales. Pese a que el periodismo consideró al arquero argentino Rugilo como el mejor jugador de la cancha, los jugadores ingleses le adjudicaron a Pescia tal honor.
Natalio Pescia -una de las tribunas de la Bombonera lleva su nombre- falleció el 11 de Noviembre de 1989.

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