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A usted, según tengo entendido, le gusta mucho el fútbol, ha escrito sobre fútbol, también tengo entendido. ¿Le hubiera gustado ser jugador de fútbol?

Sin duda. Como todos los bebés del Uruguay yo nací gritando "¡Gol!", por eso las maternidades aquí son insoportablemente ruidosas, porque todos los bebés gritan "¡Gol!" al nacer. No pude realizar mi vocación, y entonces, lo que no pude hacer con las piernas, porque era un "patadura" irremediable, lo hice con las manos.
Escribí un libro de fútbol, que se llama "El fútbol a sol y sombra". Y no me fue nada mal con el libro, por suerte. En las canchas fui una desdicha de la patria, pero escribiendo no me fue tan mal.


Hablando del vínculo entre literatura y periodismo, que para usted es más o menos la misma cosa, también entre fútbol y literatura se llevan bien, ¿no?

Sí, ahora, por suerte, se están superando los viejos prejuicios que impedían el encuentro entre la literatura y el fútbol, porque eso abarcaba todo el abanico de las opiniones, de las ideas, desde la extrema izquierda hasta la extrema derecha.
Para la derecha, el fútbol era la prueba de que el pueblo pensaba con los pies, y para la izquierda el fútbol tenía la culpa de que el pueblo no pensaba. Entonces había como una unanimidad involuntaria en torno al tema, que divorciaba al fútbol del mundo intelectual en general.
Los escritores iban con vergüenza al fútbol, escondiéndose como Humphrey Bogart, bajo el sombrero y la gabardina. Y hoy por hoy eso ha cambiando, por suerte, gracias a unos cuantos escritores que han escrito, como mi gran amigo el "gordo" Osvaldo Soriano, libros sobre fútbol estupendamente escritos.


¿Para escribir hay que leer mucho?

Hay que saber ver, tener muchos ojos en el cuerpo, hacer con las letras lo que Maradona hacía con la pelota, porque él también tenía muchos ojos en el cuerpo, entonces veía con la nuca, con la espalda, con los pies. Y el escritor también. El escritor es buen escritor cuando sabe ver más allá de lo que se ve, y ofrece lo que ve a los demás para ayudar a ver.

(entrevista al escritor uruguayo Eduardo Galeano en el portal digital “BBC Mundo” del domingo, 2 de Julio de 2006)

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